No hay que ser un erudito en materias de fútbol para entender la importancia que tiene el desarrollo de menores en el futuro de cualquier nación futbolística. En el Perú los resultados de los últimos 25 años en todas las categorías nos dicen que, lamentablemente, no hemos entendido apropiadamente este aspecto. Tomando como referencia los principales campeonatos de menores de esta región, a los resultados nos referimos:
Campeonato Pre-olímpico (Categoría Sub-23), de los 6 campeonatos que se jugaron entre 1984 y 2004, fuimos la única selección que nunca pudo acabar entre los cuatro primeros de la competencia.
Campeonato Sudamericano Sub-20, de nuevo, de los 17 campeonatos que se han jugado (desde 1977), somos la única selección que nunca pudo acabar entre los cuatro primeros. Tabla general de Sudamérica: 8vo con el 19,58% de puntos obtenidos.
Campeonato Sudamericano Sub-17, desde que se comenzaron a jugar certámenes (en Argentina - 1985), igualamos - junto con Venezuela - la ingrata estadística de ser las únicas selecciones que sólo pudimos quedar entre los cuatro primeros de la competencia una vez (el recordado Sudamericano de Ecuador-2007 donde quedamos cuartos). Tabla general de Sudamérica: 8vo con el 19,23% de puntos obtenidos.
Es obvio que estos paupérrimos resultados, expandidos por un largo periodo de tiempo, se ven reflejados en las selecciones de mayores y en los clubes profesionales cuando estos compiten en torneos continentales. Con contadas excepciones (Cienciano vencedor de la copa Sudamericana en el 2003, quizá Cristal en la Libertadores del 97), la historia del fútbol peruano en los últimos 25-30 años ha sido una de fracasos y sin sabores.
Mi punto de vista es bastante claro y contundente: sin una adecuada estructura de desarrollo de menores, no hay quien salve a una nación futbolística del fracaso PERPETUO. Lamentablemente en el Perú ya lo estamos viviendo.
Australia y el desarrollo de menores – Los canguros también juegan fútbol (y lo hacen bien).
En el Perú no se sabe mucho de Australia en términos de fútbol: fueron a los dos mundiales de Alemania (1974 y el último 2006) y estarán presente en la cita de Sudáfrica; Harry Kewell y Mark Viduka la rompieron en el fútbol inglés (sobretodo su paso dorado por el Leeds allá a comienzos del siglo 21); son candidatos para albergar su propio mundial en el 2018 o el 2022 y que hicieron un pobre papel en sus Olimpiadas de Sydney hace ya 10 años. Eso sería todo y no hay razón para pedir más.
El fútbol en Australia todavía esta en una etapa de crecimiento, inclusive viviendo alrededor de un clima un poco hostil - ha sido muchas veces catalogado como un deporte de “inmigrantes, machonas y mariquitas” - puesto por detrás de deportes de mucho mas arraigo popular como el rugby, cricket y el fútbol australiano (Australian Rules Football – una mezcla de nuestro fútbol universal con rugby - entretenidísimo y con harto golpe).
Pues bien, a mi me gustaría compartir sobre lo que pude encontrar en términos de organización y estructura de desarrollo de menores en mi estancia por aquél bello país.
Enfoque nacional – Más importantes son los que enseñan y no los niños.
Puede sonar incongruente pero en Australia, en términos de desarrollo de menores, se está poniendo mucho más énfasis en los adultos que en los propios niños. Yo estoy totalmente de acuerdo, veamos:
Existe un dilema universal: ¿el futbolista es innato o aprende en el camino? Para mí es bastante simple: NADIE NACE SABIENDO JUGAR AL FUTBOL. El fútbol se aprende, se practica y se domina. Todo esto en un contexto de enseñanza estructurada de la práctica del deporte, sólo así se forman los jugadores que el fútbol moderno requiere. ¿Y si el fútbol se aprende, pues quien lo enseña? Si - la respuesta es fácil - los adultos.
Es vital dentro del desarrollo de menores la capacitación constante y controlada de aquellos responsables de la formación de los futuros futbolistas. Es por esto que se crean los cursos de entrenadores de fútbol junior (jugadores menores de 12 años) y fútbol juvenil (jugadores de hasta 18-20 años). Estos cursos son diseñados, controlados y fomentados por la Federación de Fútbol Australiana (FFA). La importancia de esta capacitación a entrenadores es encontrada fácilmente en el slogan del mismo: “Better coaches, better players” (“mejores entrenadores, mejores jugadores”).
¿Quiénes participan en estos cursos? TODOS aquellos interesados en la enseñanza del fútbol. A estos cursos no sólo van aquellos entrenadores afiliados a un club de fútbol profesional o de selecciones, van también padres de familia que son los encargados del club del barrio o del colegio. Vale decir, se crea una cultura general de enseñanza seria dirigida a la práctica del fútbol, esto sin importar el nivel de los niños o la importancia de la liga en donde se juegue. El desarrollo y fomento de estos cursos de entrenadores son avalados por una estructura nacional generada por la FFA: el currículo nacional de fútbol.
Currículo Nacional de Fútbol – Estandarización: la palabra mágica.
La idea de un currículo nacional de fútbol es bastante sencilla: el desarrollo de menores tiene que ser parejo, constante y posicionarse dentro de ciertos parámetros.
Los cursos de entrenador de menores son cuidadosamente alineados con este currículo. Por ende, es fácil identificar el trabajo que se realiza con los niños a lo largo y ancho del territorio australiano. En otras palabras, el currículo permite estandarizar el trabajo de menores sea cual sea la ciudad en donde se desarrolle.
Este currículo no les dice a los entrenadores exactamente que hacer, es más una herramienta guía y sobretodo una manera de que el trabajo base (niños entre 8 a 11 años), fundamental para el apropiado entendimiento del juego, se realice en conformidad con los estándares diseñados por la FFA. Todo esto para lograr el objetivo supremo: crear mejores jugadores en selecciones y campeonatos nacionales.
Es lógico que no todos los niños vayan a tener la capacidad, ganas y/o perseverancia para convertirse en jugadores profesionales de fútbol. Sin embargo, en un mundo de desarrollo de menores estandarizado, es mucho más fácil identificar y promover jóvenes talentos hacia estancias pertinentes para ellos (Instituto Nacional del Deporte, becas deportivas y lazos entre clubes profesionales de fútbol por ejemplo).
Es cierto que Australia todavía no es una potencia mundial (aunque acabaron el 2009 en el puesto nº14 del ranking FIFA), sin embargo el trabajo que se viene realizando con las divisiones menores le augura un futuro mas que prometedor. Si a eso le sumamos la gran posibilidad de poder albergar una cita mundialista el 2018 o el 2022 y la inmensa inyección económica y de desarrollo que ello significa, no es difícil pronosticar grandes éxitos a esta nueva selección asiática. (Oceanía les quedo pequeño).
En un país donde el deporte más popular no es fútbol, un trabajo coherente y enfocado en el mediano y largo plazo les está dando bases fundamentales para asegurar éxitos sostenibles en el futuro. La pregunta del millón: ¿Y qué pasaría en un país donde sí el fútbol es amo y señor de los deportes? ¿Nos estarán leyendo en la FPF?
Adolfo Unda.
Campeonato Pre-olímpico (Categoría Sub-23), de los 6 campeonatos que se jugaron entre 1984 y 2004, fuimos la única selección que nunca pudo acabar entre los cuatro primeros de la competencia.
Campeonato Sudamericano Sub-20, de nuevo, de los 17 campeonatos que se han jugado (desde 1977), somos la única selección que nunca pudo acabar entre los cuatro primeros. Tabla general de Sudamérica: 8vo con el 19,58% de puntos obtenidos.
Campeonato Sudamericano Sub-17, desde que se comenzaron a jugar certámenes (en Argentina - 1985), igualamos - junto con Venezuela - la ingrata estadística de ser las únicas selecciones que sólo pudimos quedar entre los cuatro primeros de la competencia una vez (el recordado Sudamericano de Ecuador-2007 donde quedamos cuartos). Tabla general de Sudamérica: 8vo con el 19,23% de puntos obtenidos.
Es obvio que estos paupérrimos resultados, expandidos por un largo periodo de tiempo, se ven reflejados en las selecciones de mayores y en los clubes profesionales cuando estos compiten en torneos continentales. Con contadas excepciones (Cienciano vencedor de la copa Sudamericana en el 2003, quizá Cristal en la Libertadores del 97), la historia del fútbol peruano en los últimos 25-30 años ha sido una de fracasos y sin sabores.
Mi punto de vista es bastante claro y contundente: sin una adecuada estructura de desarrollo de menores, no hay quien salve a una nación futbolística del fracaso PERPETUO. Lamentablemente en el Perú ya lo estamos viviendo.
Australia y el desarrollo de menores – Los canguros también juegan fútbol (y lo hacen bien).
En el Perú no se sabe mucho de Australia en términos de fútbol: fueron a los dos mundiales de Alemania (1974 y el último 2006) y estarán presente en la cita de Sudáfrica; Harry Kewell y Mark Viduka la rompieron en el fútbol inglés (sobretodo su paso dorado por el Leeds allá a comienzos del siglo 21); son candidatos para albergar su propio mundial en el 2018 o el 2022 y que hicieron un pobre papel en sus Olimpiadas de Sydney hace ya 10 años. Eso sería todo y no hay razón para pedir más.
El fútbol en Australia todavía esta en una etapa de crecimiento, inclusive viviendo alrededor de un clima un poco hostil - ha sido muchas veces catalogado como un deporte de “inmigrantes, machonas y mariquitas” - puesto por detrás de deportes de mucho mas arraigo popular como el rugby, cricket y el fútbol australiano (Australian Rules Football – una mezcla de nuestro fútbol universal con rugby - entretenidísimo y con harto golpe).
Pues bien, a mi me gustaría compartir sobre lo que pude encontrar en términos de organización y estructura de desarrollo de menores en mi estancia por aquél bello país.
Enfoque nacional – Más importantes son los que enseñan y no los niños.
Puede sonar incongruente pero en Australia, en términos de desarrollo de menores, se está poniendo mucho más énfasis en los adultos que en los propios niños. Yo estoy totalmente de acuerdo, veamos:
Existe un dilema universal: ¿el futbolista es innato o aprende en el camino? Para mí es bastante simple: NADIE NACE SABIENDO JUGAR AL FUTBOL. El fútbol se aprende, se practica y se domina. Todo esto en un contexto de enseñanza estructurada de la práctica del deporte, sólo así se forman los jugadores que el fútbol moderno requiere. ¿Y si el fútbol se aprende, pues quien lo enseña? Si - la respuesta es fácil - los adultos.
Es vital dentro del desarrollo de menores la capacitación constante y controlada de aquellos responsables de la formación de los futuros futbolistas. Es por esto que se crean los cursos de entrenadores de fútbol junior (jugadores menores de 12 años) y fútbol juvenil (jugadores de hasta 18-20 años). Estos cursos son diseñados, controlados y fomentados por la Federación de Fútbol Australiana (FFA). La importancia de esta capacitación a entrenadores es encontrada fácilmente en el slogan del mismo: “Better coaches, better players” (“mejores entrenadores, mejores jugadores”).
¿Quiénes participan en estos cursos? TODOS aquellos interesados en la enseñanza del fútbol. A estos cursos no sólo van aquellos entrenadores afiliados a un club de fútbol profesional o de selecciones, van también padres de familia que son los encargados del club del barrio o del colegio. Vale decir, se crea una cultura general de enseñanza seria dirigida a la práctica del fútbol, esto sin importar el nivel de los niños o la importancia de la liga en donde se juegue. El desarrollo y fomento de estos cursos de entrenadores son avalados por una estructura nacional generada por la FFA: el currículo nacional de fútbol.
Currículo Nacional de Fútbol – Estandarización: la palabra mágica.
La idea de un currículo nacional de fútbol es bastante sencilla: el desarrollo de menores tiene que ser parejo, constante y posicionarse dentro de ciertos parámetros.
Los cursos de entrenador de menores son cuidadosamente alineados con este currículo. Por ende, es fácil identificar el trabajo que se realiza con los niños a lo largo y ancho del territorio australiano. En otras palabras, el currículo permite estandarizar el trabajo de menores sea cual sea la ciudad en donde se desarrolle.
Este currículo no les dice a los entrenadores exactamente que hacer, es más una herramienta guía y sobretodo una manera de que el trabajo base (niños entre 8 a 11 años), fundamental para el apropiado entendimiento del juego, se realice en conformidad con los estándares diseñados por la FFA. Todo esto para lograr el objetivo supremo: crear mejores jugadores en selecciones y campeonatos nacionales.
Es lógico que no todos los niños vayan a tener la capacidad, ganas y/o perseverancia para convertirse en jugadores profesionales de fútbol. Sin embargo, en un mundo de desarrollo de menores estandarizado, es mucho más fácil identificar y promover jóvenes talentos hacia estancias pertinentes para ellos (Instituto Nacional del Deporte, becas deportivas y lazos entre clubes profesionales de fútbol por ejemplo).
Es cierto que Australia todavía no es una potencia mundial (aunque acabaron el 2009 en el puesto nº14 del ranking FIFA), sin embargo el trabajo que se viene realizando con las divisiones menores le augura un futuro mas que prometedor. Si a eso le sumamos la gran posibilidad de poder albergar una cita mundialista el 2018 o el 2022 y la inmensa inyección económica y de desarrollo que ello significa, no es difícil pronosticar grandes éxitos a esta nueva selección asiática. (Oceanía les quedo pequeño).
En un país donde el deporte más popular no es fútbol, un trabajo coherente y enfocado en el mediano y largo plazo les está dando bases fundamentales para asegurar éxitos sostenibles en el futuro. La pregunta del millón: ¿Y qué pasaría en un país donde sí el fútbol es amo y señor de los deportes? ¿Nos estarán leyendo en la FPF?
Adolfo Unda.
Yo creo que los jugadores nacen y se hacen .La gran diferencia entre nosotros y otros paises es el profesionalismo. Si las divisiones menores tendrian buenas bases , podriamos crecer mucho mas que argentina o brasil.
ResponderEliminarInvestiga que paso cuando recien salio el futbol playa , quien campeono??? PERU. Luego este deporte se volvio profesional y todos lo tomaron asi , se preparon , entrenaron y cual fue el resultado???Perú ultimo, lo mismo paso con el futsal.
Muy bueno el articulo, me quedo con la frase " mejores entrenadores, mejores jugadores "....
exitos.................
Totalmente de acuerdo, el profesionalismo es un tema que todavía no se entiende en el área de desarrollo de menores. Hay mucho que hacer y necesitamos bastante tiempo para ver cambios sustanciales, aunque ya existen algunos proyectos promoviendose...ojalá. Futbol playa y el futsal serán temas de articulos futuros. Nos vemos.
ResponderEliminarAdolfo Unda.
Adolfo vengo escuchando desde que tengo 8 años (tengo 25) la misma fórmula o el mismo "secreto" para ser una nación competitiva en el terreno futbolero: Desarrollo de menores. Desde los más expertos comentaristas hasta del peruano de a pie, siempre se escucha lo mismo: si no tenemos una base o una cantera no podemos esperar buenos resultados o "qué nos deparará si estos son el futuro". Sin embargo, desde hace más de 25 o 30 años que no hay resultados, salvo algunas excepciones como la clasificación al mundial de los famosos "jotitas". Y es que la realidad del peruano o del país se refleja en parte en el futbol. Ejemplo: Reimond Manco. ¿Qué clase de persona bien aconsejada se casa a los 19 años (o menos) con una persona que creo no conocía hacia más de 2 años a su pareja? ¿cómo explicas que esa futura estrella y mejor jugador de la etapa clasificatoria al mundial sub17 haya fracasado, por el momento, en Holanda? Sin dudas son muchas las respuestas y pocas las acciones que se toman a fin de tomarlas de ejemplo y mejorar el desarrollo de menores. Me agrada tus comentarios, pues desde la web fomentas que se comente y se piense en desarrollar y proponer ideas. Pienso que ha llegado la hora de proponer y de discutir sobre propuestas... no de hablar sobre lo mismo, como si fuera una novela. Como dice la frase: Hagamos que las cosas sucedan.
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